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UNIDAD 3

EL EVANGELIO LEIDO DESDE LOS POBRES

Motivación

Nos ocupamos del evangelio porque él es la fuente inspiradora para el encuentro con Jesús pobre entre los pobres para hacer un seguimiento de Jesús al estilo de los hombres y mujeres que en la historia han construido una santidad puesta al servicio de sus semejantes.

 

Frente al evangelio se puede actuar de varias maneras: como simples lectores, o escuchas sordos o como escuchas obedientes de la Palabra comprometiéndose en la transformación del mundo, tomando una posición activa, comprometida y transformadora de la vida comunitaria, de la vida personal y de la realidad del país.

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Actividad 1

  1. Compartamos ¿Qué es el Evangelio?

  2. Tomemos nota de aquello que nos llama la atención de este video reflexión sobre “Francisco de Asís: radicalmente pobre” de L. Boff

EL EVANGELIO DE LA POBREZA SE HACE VIDA

Para Francisco el evangelio es un estilo de vida, un espíritu de total disponibilidad y entrega confiada a Dios y los hermanos. Ya que todo lo recibimos de Dios nada debemos retener para nosotros, sino que lo debemos poner a disposición y al servicio de los otros según el designio del Señor.

 

Este espíritu evangélico es indispensable para que podamos pertenecer al Reino. En el reside, propiamente, el proyecto antropológico cristiano. Ser pobre es lo mismo que ser simple, desprendido, dispuesto a dar y a recibir. Este es el sentido de las bienaventuranzas de los pobres en el evangelio de San Mateo (Mt.5,3). Lo opuesto a esta forma de pobreza es el fariseísmo, la arrogancia y la autopromoción, la acumulación de bienes tan combatidas por Jesús en su evangelio. Optar por el evangelio desde los pobres significa, entonces, optar por una conversión radical al servicio de los pobres en cuya carne esta Jesús.

 

Desde que se acercó a los leprosos, hasta la decisión de ir por el mundo, Francisco no habría dejado de situarse al margen de la sociedad de su tiempo. Habría marcado sus distancias con relación al mundo que lo rodeaba situándose entre aquellos a los que rechazaba o ignoraba dicha sociedad, encontró a Jesús en los excluidos y la exclusión le cayó encima, la sociedad de su tiempo también marginó a Francisco.

 

Según el Testamento, la conversión de Francisco tuvo lugar a poco tiempo del encuentro con los leprosos. Los primeros biógrafos están todos de acuerdo sobre este punto de partida. El encuentro con los leprosos le permitió a Francisco recobrar su plena humanidad de hombre y redescubrir la importancia de la encarnación del VERBO, de Jesús, quien siendo rico se hizo pobre asumiendo nuestra condición de esclavos pasando por uno  de tantos, como nos lo dice el  cántico de Filipenses.

 

Este hecho llevó a celebrar con ternura y vigor la Encarnación en Greccio la memorable noche de Navidad de 1223, con la construcción del pesebre, Jesús hecho Evangelio, hecho Buena Nueva para los hombres y mujeres de buena voluntad.

 

Pero otro hecho importante en el evangelio acentuado por Francisco desde los pobres, es el de la cruz, la cruz que cargan día a día los leprosos al ser descartados por Asís como no deseables, como no personas, sepultándolos socialmente. Al contacto con ellos las entrañas de Francisco se conmovieron y comenzó a tener un verdadero lenguaje de hombre evangélico, Francisco simplemente se hizo pobre, hasta tal punto tuvo en su cuerpo las heridas de la pasión del pobre por excelencia, Jesús, los estigmas recibidos en Monte Alvernia.

 

De ahí que el evangelio leído desde los pobres en la espiritualidad franciscana se mueve como un péndulo del pesebre al calvario, de Greccio a Monte Alvernia, de la Navidad a la Pascua.

CONVERSATORIO

¿Somos los franciscanos y franciscanas personas consagradas para hacerles el bien a los pobres o para asumir en nuestro proyecto de vida el evangelio de Jesús pobre y crucificado?

COMPROMISOS

Revisa una vez más los videos, sintetiza lo aprendido, lo meditado y aquello que más te impactó de este tema, en bien de hacer una revisión de la forma en cómo vives tu vida evangélica en tu cotidianidad. Es decir, escribe lo que te toca al corazón y aquello a lo que te compromete el Evangelio leído desde los pobres.

Oración

Omnipotente,

Santísimo, altísimo y sumo Dios

Todo bien, sumo bien, bien total,

que eres el solo bueno, a ti te tributemos toda alabanza,

Toda gloria, toda gracia, todo honor, toda bendición,

Y te restituyamos todos los bienes.

 

Oración de san Francisco tomada de la 1 Regla 17,17-19

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